Al final, no sólo estaba preocupado porque ganara el Barça y pasara a la final de la Champions, sino que quería que fuese un triunfo sin mácula y que no pudiera ser objetado por nadie. Eso iba a ser misión imposible, tercera o cuarta parte creo. Las tres horas de fútbol de la eliminatoria de la máxima competición continental fueron eclipsadas por dos decisiones arbitrales.

En resumen, mi opinión es que no puedes parapetarte en el injusto color de una tarjeta o si en una falta era a tu favor y se la dieron a ellos, y que cuando el juego estaba parado Higuaín metió mil "goles". Y más cuando hubo otras expulsiones perdonadas y has erigido en líder y paradigma de tu equipo a un guerrillero con un historial digamos no impoluto...